Feng Shui Fácil: hogar armónico y funcional sin gastar de más
Trucos simples para renovar tu hogar sin un alto presupuesto. Pequeños cambios, gran diferencia
1. Empieza por el principio: despeja caminos
Si tú tienes que hacer “paréntesis” entre muebles, tu energía también.
Haz un recorrido por tu casa como si fueras visita por primera vez.
Pregúntate:
- ¿qué está estorbando al entrar?,
- ¿qué me choca cada vez que paso?,
- ¿qué nunca uso pero sigue ahí… existiendo?
Regla Feng Shui realista: si un mueble o un objeto te complica la vida, no armoniza nada. Adiós.

2. La cama y el sofá: tus tronos energéticos
En Feng Shui, estos dos muebles son clave porque sostienen tu descanso.
Coloca la cama así:
- De manera que veas la puerta, pero sin quedar justo frente a ella.
- Evita ponerla debajo de una ventana (si ya está ahí, cortinas gruesas = protección).
- Cabecera firme y acolchada = sensación de estabilidad.
El sofá:
- Arrimado a una pared sólida (te da respaldo simbólico).
- Evita que “flote” en medio de la sala sin propósito.
- Que no quede apuntando directo a la puerta principal.
Pequeños ángulos → grandes cambios en cómo se siente el espacio.

3. Abre espacio a la luz (aunque tu depa sea mini)
La luz es energía en movimiento. Más luz = más flujo.
Hazlo sin gastar:
- Cambia cortinas opacas por voile claro.
- Abre ventanas todos los días (aunque sea 10 minutos).
- Usa espejos estratégicos para duplicar iluminación.
Extra inteligente: coloca un espejo donde refleje algo bonito, no un desorden.
4. El poder del color (sin pintar toda la casa)
No necesitas un makeover completo para elevar la vibra.
Acciones pequeñas que funcionan:
- Cambia cojines o mantas por tonos suaves y naturales.
- Añade acentos cálidos: terracota, beige, verde oliva.
- Evita saturar con colores intensos si tu espacio es pequeño.
Claves Feng Shui:
- Tierra = estabilidad
- Madera = crecimiento
- Metal = claridad
- Agua = calma
- Fuego = energía
Usa estos elementos en formas, texturas o accesorios. No necesitas literal un cubo de cada elemento.

5. Orden a la vista, calma en la mente
El desorden es el peor enemigo del Feng Shui, pero no te voy a decir “tira todo”.
Mejor: haz que guardar sea fácil.
Cómo lograrlo:
- Usa muebles con almacenamiento oculto (baúles, sofás cama, mesas elevables).
- Deja accesible lo que usas diario y guarda lo que es estacional.
- Mantén superficies casi despejadas (con uno o dos objetos máximo).
Tip exprés: si en 5 minutos puedes dejar tu casa “decente”, vas por buen camino.
6. Plantas: la vida que falta en tu espacio
Las plantas equilibran, limpian el ambiente y suavizan esquinas duras.
Si tus habilidades de jardinería son dudosas, apuesta por:
- pothos
- sansevierias
- monsteras
- suculentas grandes
- ramas frescas en un florero bonito
Ponen bonito cualquier rincón sin nada más.

7. Objetos con intención = energía con dirección
El Feng Shui no trata de poner cosas al azar. La idea es elegir piezas que signifiquen algo, que representen algo que sí quieres en tu vida.
Ejemplos simples:
- Una fotografía que te haga sonreír.
- Libros que inspiran.
- Arte en colores suaves.
- Accesorios con materiales naturales (madera, lino, cerámica).
Lo que ves todos los días afecta cómo te sientes todos los días.